La verdadera medida del liderazgo es la influencia —nada más y nada menos.
Si usted no tiene influencia, nunca podrá dirigir a otros. ¿Como mide, pues, la influencia?
LIDERAZGO NO ES…
La gente tiene muchos conceptos erróneos acerca del liderazgo. Cuando oyen que alguien tiene un título impresionante o una posición de liderazgo asignada, suponen que la persona es un líder. A veces es cierto. Pero los títulos no tienen mucho valor cuando se trata del liderazgo. El verdadero liderazgo no puede ser otorgado, nombrado, ni asignado. Sólo procede de la influencia, y esta no puede imponerse. Debe ser ganada. Lo único que un título puede comprar es un poco de tiempo —sea para aumentar su nivel de influencia sobre otros o para eliminarlo.
CINCO MITOS SOBRE EL LIDERAZGO
La gente ha adoptado muchos conceptos erróneos y mitos acerca de los líderes y el liderazgo. He aquí los cinco más comunes:
- EL MITO DE LA GERENCIA
Un malentendido muy difundido es que liderazgo y gerencia son lo mismo. Hasta hace unos pocos años, libros que afirmaban ser sobre liderazgo por lo general eran realmente sobre gerencia. La diferencia principal entre las dos cosas es que el liderazgo consiste en influir en la gente para que siga al líder, mientras que la gerencia enfoca los sistemas y procesos de mantenimiento.
La mejor forma de probar si una persona es líder en vez de gerente, es pedirle que haga algunos cambios positivos. Los gerentes pueden mantener el rumbo, pero no pueden cambiarlo. Para cambiar el rumbo de las personas, usted necesita influencia.
- EL MITO DEL EMPRESARIO
Con gran frecuencia la gente supone que todos los vendedores y empresarios son líderes. Pero ese no siempre es el caso. Tal vez usted recuerda los comerciales de Ronco que aparecieron por televisión hace años. Vendían artefactos como Veg-O-Matic [procesador de vegetales], Pocket Fisherman [caña plegable de pescar], y Inside-the-Shell Egg Scrambler [aparato para revolver huevos dentro de la cáscara]. Esos productos eran inventos de un empresario de nombre Ron Popeil. Llamado “el vendedor del siglo”, este hombre también ha aparecido en muchos comerciales informativos de diversos productos, como remedios para la calvicie en atomizador y aparatos para la deshidratación de alimentos.
Es muy cierto que Popeil es emprendedor, innovador, y exitoso, especialmente si lo mide por los $300 millones de ganancia que la venta de sus productos ha dejado. Pero esto no lo convierte en un líder. La gente puede estar comprando lo que él vende, pero no lo sigue. En el mejor de los casos, el puede persuadir a la gente por un momento, pero no tiene influencia sobre ellos a largo plazo. - EL MITO DEL CONOCIMIENTO
Sir Francis Bacon dijo: “El conocimiento es poder”. Mucha gente que cree que el poder es la esencia del liderazgo, naturalmente supone que los que poseen conocimiento e inteligencia son líderes. Pero eso no sucede de manera automática. Usted puede visitar cualquier universidad importante y conocer hombres de ciencia ocupados en la investigación y filósofos cuyo poder de raciocinio es tan alto que se sale de las gráficas, pero cuya capacidad para dirigir es tan baja que ni siquiera se registra en las gráficas. El cociente intelectual (IQ) no necesariamente equivale al liderazgo. - EL MITO DEL PRECURSOR
Otro concepto erróneo es que todo el que está frente a la multitud es un líder. Pero ser el primero no siempre es lo mismo que ser el líder. Por ejemplo, Sir Edmund Hillary fue el primer hombre en llegar a la cumbre del monte Everest. Desde su ascenso histórico en 1953, mucha gente lo ha “seguido” en la realiziación de esa hazaña. Pero eso no convierte a Hillary en un líder. Ni siquiera fue el líder de esa expedición particular. El líder era John Hunt. Y cuando Hillary viajó al Polo Sur en 1958 como parte de la Expedición Transantártica de la Comunidad de Naciones, iba acompañando a otro líder, Sir Vivian Fuchs. Para ser líder, una persona no sólo debe ir al frente, sino que también debe tener gente que intencionadamente viene detrás de ella, sigue su dirección, y actúa sobre la base de su visión. - EL MITO DE LA POSICIÓN
Como ya se dijo, el peor de todos los conceptos erróneos acerca del liderazgo, es que se basa en la posición. Pero no es cierto. Stanley Huffty afirmó: “No es la posición lo que hace al líder; es el líder quien hace la posición”. - ¿QUIEN ES EL VERDADERO LÍDER?
- La Ley de la Influencia. Se requiere un gran esfuerzo para ganar influencia en cualquier organización y para ganarse el derecho de ser el líder.
- LIDERAZGO ES…
- Liderazgo es influencia —nada más, nada menos. Cuando usted se convierte en un estudiante de los líderes, como lo soy yo, comienza a reconocer el nivel de influencia de la gente en situaciones de la vida diaria a su alrededor. Permítame darle un ejemplo. En 1997, me mudé a Atlanta, Georgia. En ese mismo año. Dan Reeves fue nombrado director de los Falcons de Atlanta de la NFL [National Football League-Liga Nacional de Fútbol]. Esto me complació mucho. Reeves es un excelente entrenador y líder. Aunque acababa de dirigir a los Giants de New York, Reeves adquirió su reputación como director de los Broncos de Denver. Desde 1981 hasta 1992, acumuló un récord excelente de 117–79-1, ganó 3 apariciones en el Super Bowl, y recibió tres veces los honores de Director del Año de la NFL.
LIDERAZGO SIN FUERZA
Admiro y respeto el liderazgo de mi buen amigo Bill Hybels, pastor principal de la iglesia Wislow Creek Community Church en el sur de Barrington, Illinois, la iglesia más grande de Norteamérica. Bill dice que él cree que no hay empresa de más intenso liderazgo en la sociedad que la iglesia. Mucha gente de negocios que conozco se sorprende cuando oye esta declaración, pero creo que Bill tiene razón. ¿En qué se basa para creer esto? El liderazgo por posición no funciona en las organizaciones voluntarias. Si un líder no tiene fuerza —o influencia— no es eficaz. En otras organizaciones, la persona que tiene una posición tiene una fuerza increíble. En la milicia, los líderes pueden usar su rango y, si todo lo demás falla, se manda la gente a la cárcel militar. En los negocios, los jefes tienen una tremenda fuerza en forma de salario, beneficios, y emolumentos. La mayoría de los seguidores son muy cooperadores cuando su sustento está en juego.
Sin embargo, en las organizaciones voluntarias, como las iglesias, lo único que funciona es el liderazgo en su forma más pura. Lo único que ayuda a los líderes es su influencia. Y como observó Harry A. Overstreet: “La esencia misma de todo poder para influir estriba en hacer que la otra persona participe”. Los seguidores en organizaciones voluntarias no pueden ser obligados a subir a bordo. Si el líder no ejerce ninguna influencia sobre ellos, no lo seguirán. Cuando compartí esa observación con un grupo de unos ciento cincuenta jefes principales de la industria automovilística, vi cómo se encendían bombillas en toda la sala. Y cuando les di un consejo, realmente se emocionaron. Voy a compartir con usted el mismo consejo: Si usted es una persona de negocios y realmente quiere descubrir si su gente puede dirigir, mándelos a ofrecer voluntariamente su tiempo al servicio de la comunidad. Si pueden lograr que algunas personas los sigan mientras sirven en la Cruz Roja, en un asilo de United Way, o en su iglesia local, entonces ya sabe que realmente tienen influencia —y capacidad de liderazgo.