
¿Tienes la mesa siempre enterrada bajo montañas de documentos?
«¡Uf! ¿Dónde he puesto el informe que tengo que entregar mañana?».
¿Tienes una lista interminable de correos electrónicos pendientes por mucho que entres en tu cuenta? «Sobre el correo que le mandé ayer…». «¿Qué correo?».
¿Tienes la agenda abarrotada de citas con personas a las que ni tan siquiera quieres ver?
¿Sigues funcionando así todos los días porque te has olvidado de lo que verdaderamente querías hacer?
¿Te cuesta tomar decisiones?
Te estás preguntando: «¿Se reduce la vida a esto? ¿A ir tachando cosas de una lista de tareas pendientes? ¿No hay ninguna manera de restablecer el orden en mi trabajo, mi carrera profesional, mi vida?».
Si te identificas con alguna de estas reflexiones, hay una solución: ordenar. Este blog no solo trata de cómo ordenar tu espacio de trabajo. Trata de cómo poner en orden los aspectos físicos y no físicos de tu trabajo, incluidos tus datos digitales, tu tiempo, tus decisiones y tu red de contactos, y de cómo generar alegría en tu vida profesional.
Muchas personas se desaniman en cuanto oyen la palabra «ordenar».
«¡Me es imposible sacar tiempo para eso! Ya estoy demasiado ocupado», protestan. «Tengo que tomar demasiadas decisiones como para pensar siquiera en ordenar», dicen algunas, mientras que otras afirman: «Ya lo he intentado. Ordené todos mis documentos y ahora vuelven a ser un desastre».
Muchas personas no creen que puedan hallar alegría en su trabajo. «Me paso el día yendo a reuniones que no sirven para nada. Ordenar no va a cambiar eso —insisten—. Además, hay demasiadas cosas que no dependen de mí. Es imposible que mi trabajo pueda darme alegría». Pero, de hecho, ordenar como es debido es lo que hace posible tener alegría en el trabajo.
Ordenar lo odiaba , desde que tenía cinco años. Cultivé esta desgana durante toda mi época escolar y di mis primeros pasos como desastre de organización a los diecinueve años mientras aún estudiaba en formación profesional. Todo cambio cuando me di cuenta de que se trataba de dar un ejemplo a otros a ordenar.
Mi enfoque tiene dos características que lo distinguen: es sencillo pero eficaz, asegurándote así que ya no volverás a recaer en el desorden, y se basa en un criterio de selección único: elegir lo que da alegría. Cuando nos preguntamos: «¿Me da esto alegría?», nos reconectamos con nuestro yo interior y descubrimos lo que es verdaderamente importante para nosotros. El resultado es un cambio de conducta duradero que imprime un rumbo positivo a nuestra vida.
Di a conocer este método en La magia del orden. Traducido a cuarenta idiomas, se han vendido más de doce millones de ejemplares en total. Me he pasado los últimos años difundiendo mi método por todo el mundo. Y durante este proceso, una pregunta ha surgido de forma reiterada: ¿Cómo podemos ordenar el espacio de trabajo y generar alegría en el trabajo?
La mayoría de las personas me ven como a una especialista en ordenar casas, no como a una experta en ordenar espacios de trabajo, y mucho menos en desarrollo profesional.
Por supuesto, en el trabajo no todo puede evaluarse en función de si proporciona alegría o no. Tampoco basta con ordenar nuestro espacio de trabajo físico para que todo marche bien. Solo podemos generar verdadera alegría en nuestra vida profesional cuando hemos puesto en orden todos los aspectos que la componen, incluidos los correos electrónicos, los datos digitales, las tareas relacionadas con el trabajo y las reuniones.
Por ejemplo, cómo lograr una vida profesional que sea más positiva y tenga más sentido, cómo ser más eficaz y productivo en el trabajo y cómo resolver problemas empresariales. Podemos obtener éxito y satisfacción en el trabajo haciendo un mejor uso de lo que ya tenemos, sean competencias, conocimientos u objetos. Todo ello lo convierte en un destacado experto en cómo generar alegría en el trabajo.