De la atención a la gratitud

El Mindfulness puede traducirse como Atención Plena y es sin duda una de las mayores aportaciones de la psicología a nuestra época actual.


Mindfulness o ‘Atención plena’ consiste en prestar atención, momento por momento, a pensamientos, emociones, sensaciones corporales y al ambiente circundante, de forma principalmente caracterizada por «aceptación» – una atención a pensamientos y emociones sin juzgar si son correctos o no.
El cerebro se enfoca en lo que es percibido a cada momento, en lugar de proceder con la normal rumiación acerca del pasado o el futuro.

En este contexto, la rumiación se define como una atención compulsivamente enfocada en síntomas de inquietud, sus posibles causas y consecuencias, contrariamente a sus soluciones.
Rumiación se parece a “preocupación” excepto que la rumiación se enfoca en sentimientos negativos y experiencias del pasado, mientras que la preocupación se ocupa de potenciales eventos negativos en el futuro. Tanto rumiación como preocupación están asociados a la ansiedad y otros estados emocionales negativos. La rumiación ha sido estudiada como un factor cognitivo de vulnerabilidad a la depresión.
La psicología clínica y la psiquiatría desde la década de los setenta han desarrollado varias aplicaciones terapéuticas basadas en el Mindfulness para ayudar a las personas que sufren de una variedad de enfermedades psicológicas, y de hecho la investigación ha descubierto que las terapias basadas en Mindfulness son eficaces, en particular para la reducción de la ansiedad, la depresión, y el estrés.
La reducción del estrés basada en la atención plena (Mindfulness Based Stress Reduction – MBSR) es un programa estructurado de medicina complementaria que utiliza técnicas de atención plena, orientado a aliviar el dolor y mejorar el bienestar físico y emocional de individuos que padecen una variedad de enfermedades o trastornos aunque también se ha utilizado en sujetos sanos.
La base de la MBSR es la práctica de la atención plena, definida por su creador como la «atención momento a momento a la experiencia presente, sin hacer juicios y con una actitud de aceptación». La práctica de esta técnica pretende enseñar a la mente a prestar atención al presente, postulando que la disminución de las preocupaciones acerca del pasado y el futuro puede ayudar a aumentar la aceptación y disminuir el estrés.

Con la Atención Plena, realizamos un acto mental que exige un esfuerzo de concentración pero en el que no intervienen las emociones.
Es por esta razón , que con el tiempo, a no ser que una persona pueda dedicarse casi por completo a esta tarea, suele desanimarse, descubriendo que no es suficiente y que el torrente de pensamientos, le acaban arrastrando de nuevo a la vida cotidiana con el mismo nivel de ansiedad.
Sin embargo, con la gratitud plena, sucede algo casi mágico, pues no solo le ponemos esa parte de atención y concentración mental, sino que incorporamos una emoción de gratitud plena, lo que hace que al sumar la atención plena con la emoción de gratitud plena, se produzca un autentico cambio de “Actitud Positiva”, siendo los resultados más que espectaculares y quienes ya hemos comenzado su práctica, así podemos evidenciarlo, aunque quizás serán necesarios algunos años más de investigación clínica para poder demostrar su eficacia a toda la población.

Publicado por empresaenpareja

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