Obstáculos a la gratitud

¿Cuáles son los principales obstáculos a la gratitud?
La negatividad, la incapacidad para la interdependencia (quienes piensan que la gratitud es una emoción humillante), los conflictos psicológicos internos, el pensamiento de comparación (“no pierdas lo que tienes por desear lo que no posees; pues recuerda que lo que ahora tienes un día estuvo entre las cosas que sólo esperabas”, Epícteto), el victimísmo, el sufrimiento.

Si la gratitud es una emoción, la ingratitud es una acusación. Desde una perspectiva psicodinámica, hay cuatro motivos inconscientes para la ingratitud: el complejo de inferioridad, la sensación de deuda (por parte del otro), la distorsión neurótica en la mente del beneficiario y la falta de juicio en los motivos del benefactor. Sin duda, la principal causa de ingratitud es el narcisismo y el apego a nuestro ego.

De todas las emociones, hay una, en mayor medida que las demás, que es la que indica la ausencia o presencia de stress en las relaciones humanas: “El sentimiento de gratitud”.

La gratitud no sólo es imprescindible en los buenos momentos. Es aún más necesaria ante las dificultades, sólo superada por la compasión. Aquellos con mayores niveles de emociones positivas tienen mayor nivel de resiliencia.

Por otra parte, es lo que se siente cuando se ha alcanzado una percepción perfectamente equilibrada. Es lo que se experimenta cuando se ve el perfecto equilibrio o el orden en la realidad en cualquier aspecto de la vida.

Mucha gente confunde gratitud con entusiasmo. Muchos creen que cuando se sienten entusiasmados con algo y exclaman: «¡Oh, qué agradecido me siento!», están siendo agradecidos.

Pero la verdadera gratitud tiene poco que ver con aquellos momentos temporales de felicidad o de entusiasmo. La verdadera gratitud es un estado de tranquilidad y de calma interior en el que uno se siente verdaderamente agradecido, en el que se siente y se acepta la realidad y se desea que nada de la misma cambie.

La gratitud es una verdadera oración de acción de gracias, pero hay dos tipos de oraciones. La primera de ellas es una falsa oración; surge cuando no se está satisfecho con la vida y a menudo suena así: «¡Oh, Señor, todo me va mal, por favor, arréglalo!» La segunda si es una verdadera oración. Surge cuando se reconoce el orden y la perfección de lo que hay y uno se siente verdaderamente agradecido por lo que recibió.

Como resultado de ello, se reciben todavía más regalos. Quienes más agradecidos están, más reciben. Quienes no están agradecidos, pierden lo que recibieron. El hecho de perder regalos por causa de ingratitud ayuda a percibir la importancia de ser agradecido.
Todo lo que le haya sucedido, y llegue a sucederle, será un regalo y una bendición, aunque es difícil sentirse agradecido hasta que no se encuentra el beneficio escondido allí donde a primera vista sólo se está ante un acontecimiento negativo.

No obstante, la gratitud es reconocimiento: la persona que siente agradecimiento ha advertido, ha tomado conciencia, de haber sido beneficiado.

Publicado por empresaenpareja

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