A dónde va nuestro dinero

A LA ENFERMEDAD
La enfermedad sale cara y eso no tiene gracia. Sin embargo nos desvivimos por llenar un pozo sin fondo. ¿A dónde va nuestro dinero?

¿Qué es lo que cuesta tan caro?
Como pacientes/consumidores es fácil saberlo. Solo hay que fijarse en lo que consumimos
cuando vamos al médico.

1. Las Pruebas de diagnóstico. Pruebas de laboratorio: rayos X, diagnóstico precoz, tomografía, biopsias y todos los
nuevos análisis cada vez más sofisticados utilizados con o sin motivo. Pruebas que suelen repetirse varias veces y requieren operadores especializados, muy bien remunerados, así como una tecnología sumamente onerosa. Pasa como con los coches, haber quién tiene antes el último modelo. Ahora mismo, por mentalidad y por costumbre, no se puede realizar un diagnóstico sin aparatos o análisis. Frecuentemente, antes de examinar al paciente, el médico encarará dichos análisis. Por ejemplo, para el cardiólogo lo normal es hacer un electrocardiograma en cuanto el paciente entra por la puerta, tanto si es necesario como si no. Un hospital será catalogado en función de la cantidad de sus equipos de tecnología punta, no en función de la cantidad de sus servicios a los pacientes.

2. Los medicamentos. Puede que un médico no solicite siempre una analítica, pero no nos dejará salir de su consulta sin una receta para una o varias medicinas. Ningún médico sería bueno sin esa receta; perdería nuestra confianza e iríamos a otro. Así pues, los médicos prescriben fármacos que nosotros dócilmente consumimos. Pronto aparecen los efectos secundarios y las complicaciones. Y volvemos al médico. Es corriente ver a algunas personas mayores tragar hasta quince pastillas diferentes.

3. Los hospitales. Es inútil buscar qué es lo que cuesta tan caro en los hospitales: todo. Ellos sólo devoran el 50 % del presupuesto. Es evidente que el gasto hospitalario es directamente proporcional al consumo de pruebas de diagnóstico y medicamentos.

4. Los honorarios profesionales. Directamente establecidos en función de los servicios que consumimos.

5. La administración. Los gastos administrativos son directamente proporcionales a los gastos médicos contraídos. Cuanto más grande es el sistema, más onerosa es su administración.
Nuestros autodenominados sistemas de salud son sistemas de enfermedad. Nuestra medicina se ocupa exclusivamente de la enfermedad.
Nuestros médicos sólo saben de enfermedades.
Pero ¡la enfermedad sale cara, así que pronto hay que encontrar una solución útil.

Publicado por empresaenpareja

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