
Lujo para mi es cualquier cosa que alguien compra cuando su apreciación por ello crece a lo largo del tiempo.
El Mercado de las marcas de lujo, tradicionalmente exclusivo de las clases más pudientes, ha experimentado una más que considerable expansión en estos últimos tiempos. La percepción que la gente tiene del lujo es totalmente personal y está en constante evolución. Las marcas y los nuevos consumidores están redefiniendo completamente el modelo tradicional de productos y servicios de lujo. Por lo que éste
se ha convertido en un concepto subjetivo, cuyo significado e interpretación varían radicalmente de una persona a otra.
Estos productos tan exclusivos suponen una parte muy reducida del total de bienes y servicios que se podrían considerar como lujo.
Hoy en día, la percepción del lujo no tiene porque ir asociada al valor y al precio, sino a las cualidades que la marca logra transmitir.
El rango de categorías que lo componen resulta amplísimo , por lo que, si tuviéramos que encontrar un identificador común propio de todas ellas, éste sería que el ratio de utilidad funcional por precio resulte siempre más bajo que el de utilidad intangible por precio. ¿Qué significa esto? Pues, simplemente, que para la gente que adquiera un producto o servicio el retorno emocional que obtenga compense con creces la inversión realizada.
Siguiendo este criterio, podemos identificar diferentes niveles de lujo dirigidos a un público más general o, por el contrario, a otro más exclusivo; pero siempre cuidando aquellos elementos simbólicos, emocionales y experimentales que les permiten ser percibidos como lujosos.