
1o.- Acontecimiento de la vida cotidiana que llega de improvisto, brusco, inesperado: que nos coge a contra pie, nos desestabiliza, no lo vemos venir, y a menudo tiene día y hora.
2o.- Vivido de una manera aislada y no compartida con nadie: vivido en soledad, que solo nosotros sentimos y lo vivimos por dentro, y nadie sabe lo que siento, incluso lo cuento y no me siento respaldado.
3o.- Sin solución satisfactoria para mi: puede haber para los otros, pero no buena y tranquilizadora para mi, el sufrimiento nos muestra la no adaptación a la realidad. Frente al biochoque que dura un instante, estamos desarmados y surge entonces la reacción animal, arcaica biológica que es la enfermedad, el cual es un conflicto no resuelto y el síntoma (alergia), que es la solución no consciente al conflicto.
4o.- De intensidad dramática real, o vivido o sentido como tal: El inconsciente no sabe distinguir entre real o simbólico, virtual o imaginario. De intensidad extrema, supera nuestra L.S.T. (límite superior tolerable) nuestros propios límites defensivos. Aquí segregamos cantidad de hormonas adrenalina.
Hablar y expresarse en el momento del biochoque o psicochoque anula la impresión, pues todo aquello que no es hablado, contado o llorado, el cuerpo nos lo contará, hablará y llorará con dolor, pues nuestro cuerpo tarde o temprano nos devolverá la memoria del drama, del dolor o del conflicto vivido, porque ha habido una emoción secuestrada y no liberada.