
El éxito depende de los objetivos que se fije cada persona y de sus circunstancias.
Como el éxito es subjetivo y relativo, lo que se necesita para lograr el éxito depende de cada persona y de los objetivos que quiera conseguir. Según a quién preguntes, la respuesta será una u otra.
Todo el mundo cree saber cuál es la llave del éxito y como has podido comprobar la lista de las claves o de los secretos del éxito es larga. La verdad es que lo que le ha servido a uno para conseguir su objetivo, puede que no te sirva a ti. O tal vez sí.
Creo que para ser una persona exitosa son necesarias unas características básicas: un buen nivel de autoestima, confianza y entusiasmo para conseguir tus éxitos cotidianos. El éxito trata de sudar la camiseta, de trabajar duro, de esfuerzo correcto y de constancia.
Para conseguir un éxito duradero en el tiempo, también te harán falta los siguientes ingredientes: mucha perseverancia, integridad y humildad, sentido común y una elevada capacidad de relación con los demás.
El éxito y el fracaso van de la mano
El éxito sin el fracaso no es nada.
La vida es una suma de éxitos y fracasos continuos. El camino hacia el éxito es una carrera de cimas y valles que siempre está en construcción. Si actúas, si emprendes, si decides, si arriesgas, es normal que tengas fracasos. Estos fracasos son las semillas de tu próximo éxito. Lo malo sería que no tuviéramos fracasos porque querría decir que estamos muertos en vida.
El fracaso es un compañero al que debemos la experiencia y la capacidad de superación personal. El fracaso nos curte y nos hace mejores.
El fracaso también es una actitud mental. Si crees que vas a fracasar, ya has fracasado. Si ves en cada fracaso una oportunidad para volverte a levantar, ya has triunfado. Si crees que vas a tener éxito, ya estás en el camino correcto.
Recuerda que en la vida sólo hay una cosa peor que fracasar: no haberlo intentado.