
Cuando hemos tratado las diferentes tipologías de inversiones que puede realizar la empresa para optimizar sus recursos excedentes, hemos visto que, según la finalidad de la inversión, uno de los tipos son las inversiones financieras.
Estas se llevan a cabo a través de la localización de los recursos en los diferentes instrumentos financieros que encontramos en el mercado y que buscan la opción de una rentabilidad para el inversor, entre otros objetivos.
Renta fija. Dentro de los activos financieros a los que el inversor puede destinar sus recursos, encontramos los productos de renta fija. Se trata de un conjunto de valores negociables que emiten las empresas y las instituciones públicas y, que representan préstamos que estas entidades reciben de los inversores. Por tanto, para los emisores, se trata de un producto financiero de Pasivo.
Se llama renta fija porque los intereses están pactados en el momento de la emisión del valor, lo que supone una renta asegurada para el poseedor de los activos, es decir, no hay riesgo de cobro, independientemente de los resultados de la empresa o la entidad pública.
El poseedor de un título de renta fija se convierte en acreedor del emisor, lo que confiere cierto derechos económicos a su titular, como el derecho a percibir los intereses pactados y a la devolución de la totalidad o parte del capital invertido en una fecha concreta.
Dentro de esta clasificación de productos financieros , podemos distinguir entre:
a) Renta fija pública o deuda pública
Son los valores emitidos por el Estado, las Comunidades Autónomas y otros organismos de carácter público. Entre los productos de deuda pública, los más empleados son las letras del tesoro, los bonos y las obligaciones del Estado.
La deuda pública del Estado español tienen otorgada la máxima calificación crediticia por parte de las agencias de calificación prestigiosas, lo que implica que existe un alto grado de fiabilidad en el Cumplimiento de sus obligaciones de pago. Son valores de gran fiabilidad.
Las Comunidades Autónomas, corporaciones locales y diversos entes públicos también emiten valores a corto y largo plazo. Sus características son similares a las de las letras del tesoro, los bonos y las obligaciones de Estado, respectivamente.
b) Renta fija privada o deuda privada
Se conoce como deuda privada al conjunto de valores de renta fija emitidos por empresas del sector privado que puedan cumplir los siguientes requisitos ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV):
⁃ Comunicar la emisión.
⁃ Aportar y registrar previamente los documentos acreditativos del acuerdo de emisión.
⁃ Verificar y registrar los informes de auditoría y las cuentas anuales, además de un folleto informativo sobre la financiación emisión proyectada.
Dentro de la deuda con emisor en el sector privado, los instrumentos que más se usan son los pagarés a empresas y los bonos y obligaciones simples.
En los últimos años, además, se ha ido popularizando, a través de diversas noticias difundidas por los medios de comunicación, algunos instrumentos financieros que, sin ser de los que tradicionalmente se empleaban más dentro de la deuda privada, de un tiempo a esta parte se ha hecho un hueco entre los inversores, incluso en algunos pequeños ahorradores e inversores inexpertos sin los conocimientos adecuados para invertir en ellos.
Cabe destacar entre estos productos : las obligaciones subordinadas normales, obligaciones subordinadas especiales y las participaciones preferentes.
c) Renta variable
Decimos que las acciones son de renta variable debido a que el dividendo o beneficio que producen corresponde a una parte de los beneficios distribuidos por la sociedad que ha emitido las acciones. Estos beneficios varian en función de los resultados de la empresa cada año, por lo que el inversor en renta variable asume el riesgo de quedarse sin cobrar.
a) Las acciones. El capital de las sociedades anónimas está dividido en partes, que llamamos acciones, y que son los títulos que recibe el accionista de la sociedad al realizar sus aportaciones. En lenguaje jurídico, se dice que la acción es cada una de las partes alícuotas en las que se divide el capital social.
Las acciones pueden clasificarse como nominativas o al portador, y se representan mediante títulos o anotaciones en cuenta. El valor que lleva impreso cada acción recibe el nombre de valor nominal y el resultado de dividir el capital social entre el número de acciones emitidas. El valor de mercado de una acción, lo que conocemos como cotización para las empresas, es el valor efectivo, que depende de la oferta y demanda de dichos títulos. Y hay que considerar un último valor, el valor teórico, basado en cifras objetivas ( como los resultados de la empresa y sus reservas, los dividendos activos que produce, etc.) y que sirve de referencia para compararlo con el precio que alcanza un título en el mercado.
El titular de la acción posee una serie de derechos, que se dividen en dos bloques: derechos económicos y derechos políticos.
Existen distintos tipos de acciones que conllevan diversos derechos para su poseedor:
⁃ Acciones ordinarias
⁃ Acciones preferentes
⁃ Acciones sin voto
⁃ Acciones rescatables
⁃ Acciones representadas mediante títulos físicos
⁃ Acciones representadas en títulos al portador
⁃ Acciones no cotizadas nominativas o al portador
b)La bolsa y sus acciones cotizadas
La Bolsa es un mercado especializado en el que se lleven a cabo las compras y ventas de acciones u obligaciones, para las que se fija un precio público, que denominamos cambio o cotización.
Las ofertas y demandas de valores negociables e instrumentos financieros se canalizan a través de este mercado organizado y se formaliza un precio de equilibrio o cotización de los títulos negociados.
La determinación del precio o cotización de los valores cotizados se realiza en régimen de mercado, mediante la confrontación de la oferta y la demanda de los valores. Aunque para la determinación de ese precio entran en juego algunas variables que no se tienen en cuenta en los mercados de productos como, por ejemplo, el riesgo de la acción, la incertidumbre y las expectativas de precios futuros.
Es por ello que las oscilaciones de precios son más intensas y frecuentes en el mercado bursátil, reconoce como mercados secundarios oficiales a las Bolsas de a Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao.