
La abundancia es un flujo energético que te acompaña en todo momento para que vivas una vida plena y con propósito.
Abarca no solo las cosas materiales y el dinero, sino también las oportunidades, el apoyo, las experiencias y los recursos que necesitas para cumplir tu propósito sobre la Tierra. Así como el camino espiritual te recuerda quién eres y te ayuda a conectarte con la divinidad, la energía de la abundancia te ayuda a expresar esa divinidad en este plano físico para que puedas compartir tu propósito de vida con el mundo. La abundancia es una energía de alta frecuencia que te sostiene y protege en todo momento. Esta energía es inseparable de tu cuerpo físico y se convierte en una parte de quien eres, es necesaria para tu recorrido en la Tierra.
La abundancia es infinita porque es una energía divina, y puedes acceder a ella en cualquier momento porque ya está adentro y alrededor tuyo. La conexión con ella es muy profunda y va más allá de repetir frases, códigos o afirmaciones positivas o de tener dinero en el banco. La energía de la abundancia pura se siente y es una conexión de gratitud eterna con la vida. Sentirla requiere la unión entre el cuerpo, la mente y el alma. Es parte del camino de entendimiento de quién eres, más allá de lo material. Su energía te recuerda que no eres el cuerpo físico y que las cosas materiales no te definen, pero que igual puedes disfrutar de ellas; te enseña que puedes disfrutar con placer de las cosas materiales y si el día de mañana no están, igual seguirás siendo abundante. Al conectarte con ella sientes seguridad, tranquilidad y placer; confías en que no importa lo que ocurra, siempre tendrás lo que necesitas para ser feliz y sentirte plena en el mundo.
Al ser una energía en movimiento, la abundancia no tiene ni un principio ni un final, y no hay una única manera de conectarse con ella. Cada persona experimenta la abundancia de una manera muy diferente y la percibe en momentos y lugares muy distintos; por ejemplo, algunos la sienten en la naturaleza, en el mar o al oír una canción. Seguro que más de una vez en tu vida has tenido esa sensación de plenitud y amor en la que piensas que en ese instante no necesitas nada más para ser feliz. Cuando sientes eso, estás experimentando la abundancia en su estado puro y natural. Ese estado de abundancia interna siempre está contigo, es como el cielo azul que, aunque el día esté nublado, sabes que permanece entre las nubes. Aunque tengas un mal día o pases por una situación difícil, la abundancia está ahí para acompañarte, solamente tienes que sintonizarte con ella.
Una de las creencias falsas más grandes sobre la abundancia es que solo ciertas personas pueden disfrutarla porque nacieron con ella. Esa creencia te llevará a querer acaparar todo lo que puedes cuando te llega, por miedo a que después no haya suficiente para todos o a que otra persona se lleve la abundancia que te pertenece. Esa es una actitud irracional, es uno de los problemas principales de nuestra sociedad y una de las razones por las cuales el dinero tiene una carga emocional negativa tan grande. Ese tipo de creencias no debería tener espacio en tu realidad porque no le aporta al mundo y tampoco está alineado con la vida que mereces vivir. La escasez viene de la creencia de que no hay suficiente abundancia para todos, cuando en realidad sí la hay. Lo que no hay es una buena distribución de nuestros recursos, y además hay un exceso de personas tomando decisiones importantes desde la mentalidad de escasez y el egoísmo. Si los demás quieren acaparar la abundancia del mundo, ese es su camino, pero no tiene por qué ser el tuyo. Así como hay suficiente amor en el mundo para todos, también hay suficiente abundancia para que cualquiera pueda disfrutar de ella plenamente.
RECONOCE CÓMO SE SIENTE LA ABUNDANCIA EN TI
Mi descripción de la conexión con la energía de la abundancia es muy similar a como describo mi conexión con la divinidad, porque siento que ambas vienen de la misma energía de creación y de amor. Cuando vives desde una conexión profunda con la divinidad, eres naturalmente abundante, y cuando reconoces con gratitud todas las bendiciones, automáticamente te conectas con la divinidad.
La abundancia se siente en mi cuerpo físico como flotar sobre el mar. Puedo cerrar mis ojos y sentir que estoy ahí: es un día soleado en el que me siento completamente relajada y segura. El mar me sostiene y el cielo es azul e infinito. Lo único que escucho es el sonido de las olas y mi respiración, todo está en calma. El mar me abraza y me asegura que todo está bien en ese momento. No tuve que hacer ningún tipo de esfuerzo por llegar a ese estado, simplemente ocurrió, y en ese instante soy feliz. Estoy en un estado de relajación profunda, abierta a recibir y disfrutando el momento presente.
Cuando me conecto con esa emoción y con ese estado de relajación durante el día, siento seguridad y tranquilidad, sé que estoy apoyada por la vida misma y que no importa lo que suceda en mi entorno, siempre tendré todo lo que necesito para estar bien. Estoy abierta a recibir y sé que la vida también quiere esa felicidad para mí. Ese es mi lugar de seguridad y abundancia.
Ahora es tu turno, quiero que explores cómo se siente la abundancia en ti. Cierra tus ojos y conéctate con ese espacio de plenitud, paz y seguridad y describe lo que sientes. Luego, intenta mantener contigo esa emoción por el tiempo que puedas y recurre a ella durante el día. Permite que esa emoción se vuelva fácil de recordar y una parte natural de quién eres y de cómo te sientes.
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