
Pensar que un empleo brindará seguridad es mentirse a uno mismo. Es cruel, y esa es la trampa que quiero que eviten si fuera posible.
He visto cómo el dinero dirige la vida de la gente. No dejen que eso les pase a ustedes. Por favor, no dejen que el dinero maneje sus vidas.»
«¿Y qué tiene que ver la ignorancia con el miedo y el deseo?»
«Tiene que ver, porque la ignorancia acerca de las cuestiones del dinero, es lo que causa tanto miedo y tanto deseo». El infierno entero se desencadena. Las clases media y pobre, y los ignorantes, tendrán sus vidas arruinadas simplemente por haber continuado creyendo que el dinero es real, y que la compañía para la cual trabajan, o el gobierno, cuidarán de ellos.»
«Sigan trabajando, chicos, pero cuanto antes se olviden de la necesidad de un cheque de pago mensual, más fácil será su vida de adultos.
Continúen utilizando sus cerebros, trabajen gratis, y pronto sus mentes les mostrarán formas de ganar muchísimo más dinero del que yo podría pagarles jamás. Ustedes verán cosas que el resto de la gente nunca ve.
Oportunidades justo frente a sus narices. Muchas personas no ven esas oportunidades porque están buscando el dinero y la seguridad, de manera que eso es todo lo que obtienen. En el momento en que vean una oportunidad, las seguirán viendo por el resto de sus vidas. Cuando llegue ese momento les enseñaré algo más. Aprendan esto, y evitarán una de las trampas más grandes de la vida.
Me preocupa el hecho de que mucha gente esté demasiado enfocada en el dinero y no en su mayor riqueza, que es la educación. Si las personas están preparadas para ser flexibles, mantener una mente abierta y aprender, ellas se liarán más y más ricas a través de los cambios.
Si creen que el dinero va a resolver los problemas, me temo que estas personas atravesarán un escabroso recorrido. La inteligencia resuelve los problemas y produce dinero. El dinero sin inteligencia financiera, es dinero que desaparece pronto.
La mayoría de la gente no se da cuenta de que en la vida, lo que cuenta no es cuánto dinero ganan, sino cuánto conservan. Todos hemos oído historias de ganadores de la lotería que eran pobres, de repente se hacen ricos, y luego pobres otra vez. Ganan millones, y de golpe vuelven a estar en su mismo punto de partida.
O historias de atletas profesionales, quienes, a la edad de 24 años, están ganando millones de dólares al año, y luego se hallan durmiendo bajo un puente a la edad de 34.