
Comienzo hablando, sobre que es el deseo. Algunos lo llaman ansia o anhelo, pero yo prefiero deseo. Es perfectamente normal desear algo mejor, más lindo, más divertido o excitante.
De manera que las personas también trabajan por el dinero a causa de sus deseos. Ellos quieren dinero porque piensan que puede comprar alegrías. Pero las alegrías que el dinero puede comprar son a menudo efímeras, y así pronto vuelven a necesitar más dinero para más alegrías más placer, más confort, más seguridad.
Y entonces ellos siguen trabajando, creyendo que el dinero aliviará sus almas afligidas por el miedo y el deseo. Pero el dinero no puede hacer eso, incluyendo a la gente rica.
«De hecho, la razón de la riqueza de muchas personas no es el deseo, sino el miedo. En realidad ellos creen que el dinero puede eliminar el miedo de no tenerlo o de ser pobre, y por eso amasan toneladas de dinero, para luego descubrir que el miedo empeora. Ahora temen perder lo que tienen.
Tengo amigos que siguen trabajando, aunque tengan ya demasiado. Conozco personas que poseen millones, y están más temerosos ahora que cuando eran pobres. Están aterrorizados de perder todo su dinero. Los miedos que los llevaron a ser ricos, ahora han empeorado.
Esa parte débil y necesitada de sus almas está gimiendo en voz más alta cada vez. Ellos no quieren perder sus mansiones, los automóviles, la vida de clase alta que el dinero les ha comprado. Temen qué dirían sus amigos si perdieran toda su fortuna. Muchos están emocionalmente desesperados y neuróticos, aunque lucen ricos y tienen más dinero.»
“Entonces, ¿es más feliz un hombre pobre?
«No, no lo creo». «El hecho de evitar el dinero es tan psicótico como ser adicto a él.»