
Casi todas las personas tienen un precio. Y ese precio está dado por esas emociones humanas llamadas miedo y ansiedad.
Primero, el miedo a quedarse sin dinero nos motiva a trabajar duro, y entonces, una vez que obtenemos nuestro cheque, la ansiedad y el deseo nos llevan a pensar en todas las cosas maravillosas que el dinero puede comprar. Y así, el patrón queda configurado.»
«Levantarse, ir a trabajar, pagar cuentas, levantarse, ir a trabajar, pagar cuentas… Sus vidas estarán entonces guiadas para siempre por dos emociones, el miedo y la ansiedad. Si les ofrecen más dinero, ellos continuarán el ciclo, incrementando también sus gastos. Esto es lo que se conoce como Carrera de Ratas.»
«¿Existe otra manera?» preguntó Mike.
«Sí», dijo padre rico lentamente. «Pero sólo unas pocas personas la encuentran.»
«¿Y cuál es esa manera?» nuevamente Mike preguntó.
Existe otra manera, pero sólo muy pocas personas lo encuentran. El primer paso es decir la verdad, acerca de cómo se están sintiendo». «No tienen que decírselo a nadie más. Sólo a sí mismos.»
La mayoría no tiene pasión por aprender acerca del dinero. Quieren ir al colegio, aprender una profesión, divertirse en el trabajo, y ganar mucho dinero. Un día se despiertan con grandes problemas financieros, y entonces no pueden parar de trabajar. Ese es el precio de saber únicamente cómo trabajar por el dinero, en lugar de estudiar cómo tener dinero trabajando para uno.
En lugar de eso, ellos sienten miedo de no tener dinero. En vez de confrontar el miedo, reaccionan, en lugar de pensar. Reaccionan emocionalmente, en lugar de usar sus cabezas». «Entonces, consiguen unos pocos euros en sus manos, y otra vez sus emociones – la alegría, el deseo, las ansias- toman posesión, y ellos vuelven a reaccionar, en vez de pensar.»
De manera que sus emociones constituyen sus pensamientos.
«En lugar de decir la verdad acerca de cómo se sienten, ellos reaccionan ante sus sentimientos, que les impiden pensar. Ellos sienten miedo, y van a trabajar, esperando que el dinero lo mitigue, pero no sucede así. Ese viejo miedo ronda a su alrededor, entonces van de nuevo al trabajo, esperando nuevamente que el dinero calme sus temores, pero una vez más, no sucede así.
El miedo los tiene atrapados en esta trampa de trabajar, ganar dinero, trabajar, ganar dinero y esperar que el miedo se disipe. Pero cada mañana al levantarse, el miedo se levanta con ellos.
Para millones de personas, ese viejo miedo es la causa de que no puedan conciliar el sueño, originándoles noche de agitación y temor. De tal manera que otra vez se levantan y van a trabajar, esperando que la nómina de su sueldo elimine ese miedo que corroe su alma.
El dinero está manejando sus vidas, pero ellos se rehúsan a asumir la verdad. El dinero tiene el control de sus emociones, y en consecuencia, de sus almas.»